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Tras dos años de guerra, arriban más de 70 mil ucranianos a México
La mayoría de los extranjeros tienen la intención de trasladarse a la frontera norte para pedir asilo en Estados Unidos
A casi dos años del inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, el 24 de febrero de 2022, un total de 70 mil 343 ucranianos han llegado a México, la mayoría de ellos con la intención de trasladarse a la frontera norte para pedir asilo en Estados Unidos, de acuerdo con datos de la Unidad de Política Migratoria, del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Comisión Nacional de Ayuda a Refugiados (Comar), consultados por El Sol de México.
Según la información, su presencia en México se ha extendido prácticamente en todo el país. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) tiene registros de ucranianos en Baja California, Chihuahua, Ciudad de México, Quintana Roo, Yucatán, Jalisco, Estado de México, Nuevo León, Guanajuato y Chiapas.
Uno de ellos es Planvicko Cheftal, un joven de 26 años originario de Kiev, quien luego del inicio de la ocupación pudo dejar Ucrania a pesar de la Ley Marcial que prohibió a los hombres de entre 18 y 60 años salir del país por ser aptos para el reclutamiento militar. Desde Mérida, Yucatán, contó que obtuvo el permiso del gobierno de Volodimir Zelenski para salir por ser el único que podía hacerse cargo de sus padres enfermos. “Fue por eso, pero la culpa siempre pesa, yo debí defender mi país”, dijo en entrevista con este diario.
Los hombres viudos con hijos, con enfermedades crónicas y los que podían negociar el envío de armas, también recibieron permisos de salida.
Planvicko ha aprendido poco español, pero el suficiente para contar que primero llegó a Polonia con sus padres y después viajaron a Francia donde vive una tía, quien los ayudó con el alojamiento. Fue ahí donde conoció a Perla, una mexicana de quien se enamoró y con quien decidió viajar más de ocho mil kilómetros en avión hasta Mérida, Yucatán, donde radica desde abril del año pasado. “No ha sido fácil pues mis padres siguen en Francia, lo más difícil es la culpa y encontrar trabajo, aunque aquí ha sido más fácil que en Francia”, afirmó.
El manejo de inglés, francés y español, además de su idioma materno, le permitió trabajar como guía de turistas, para lo cual tuvo que aprender la historia y cultura maya. Además, los fines de semana, es mesero en la zona turística. “Espero obtener el refugio porque así podré aspirar a un mejor trabajo, en Ucrania estudiaba ingeniería, ojalá pudiera conseguir trabajo de eso, pero ya inicié el trámite de refugio aunque es tardado”, afirmó.
De acuerdo con la Comar, entre febrero de 2022 y el 31 de enero pasado, 216 ucranianos solicitaron refugio en México, frente a los dos que lo hicieron durante todo 2021, antes de que estallara la guerra.
El año 2022 fue en el que más ucranianos llegaron a México con un total de 44 mil 968, casi el doble de los que llegaron un año anterior (28 mil 228, según las cifras del INM). Ciudades como Juárez llegaron a albergar hasta dos mil a la semana y Tijuana hasta tres mil.
“Aunque el presidente estadounidense Joe Biden anunció desde marzo de 2022 que su país recibiría hasta 100 mil refugiados ucranianos, las citas en los consulados de Estados Unidos han sido escasas”, señaló Javier Urbano, especialista en temas sobre migración.
“Me siento muy afortunada por tener muchos amigos, sin ellos no hubiera subsistido”, afirmó Oleksandra Kovalyova. En febrero del 2022, a unos días del inicio de la ocupación, El Sol de México la entrevistó cuando se encontraba en el sótano de un hotel de Lviv al que logró llegar desde Kiev. Entonces, esperaba la oportunidad para escapar de laguerra. Casi dos años después, reside Estados Unidos a donde llegó hace un año tras pasar por Suiza, Francia, Dinamarca, Alemania, Perú y México.
Contó que ahora está casada con un estadounidense y da clases en línea para el New England College. “Llegar hasta aquí no fue nada fácil, estuve en varios países, incluido México pero sólo por una semana ya que pude ingresar, gracias a otro amigo, a Estados Unidos a donde ahora vivo”, dijo.
Platicó que a Tijuana llegó desde Perú y fue albergada por una amiga rusa que estudiaba en ese momento en la ciudad fronteriza. “Su novio fue quien ayudó a cruzar hacia Estados Unidos y desde entonces estoy aquí, triste porque tengo muchas amigas y amigos que han tenido que regresar a Ucrania porque no han encontrado trabajo en otros países. Muchos más siguen en Ucrania”, concluyó