Aumenta la detención de prófugos de EU

La cooperación es binacional.

Las autoridades de Estados Unidos también han detenido a personas con cuentas pendientes ante la justicia mexicana.

En Baja California, un grupo de policías estatales tienen la encomienda de perseguir y detener a fugitivos internacionales.

Son conocidos como los caza gringos. Trabajan de forma coordinada con la Interpol, la DEA y el FBI. Dicha agrupación goza de una excelente reputación en el extranjero por su alta tasa de efectividad.

«El año pasado tuvimos 107 detenidos de otras nacionalidades en cooperación con las autoridades, y este año ya llevamos 164 detenidos», informó el Secretario de Seguridad Ciudadana de Baja California, Leopoldo Aguilar.

Tan sólo la semana pasada, la unidad de enlace internacional de la SSP de Mexicali, Baja California detuvo a ocho presuntos criminales.

Uno de ellos fue Manuel «N», un ciudadano americano, requerido por una corte federal de California por tráfico de personas. El joven fue detenido tras un operativo en calles del centro de Mexicali.

Es la cuarta vez que cae en México a petición de Estados Unidos, por cometer el mismo delito, las tres veces anteriores libró la cárcel a cambio de tomar un curso para mejorar su conducta y presentarse a firmar cada mes en el juzgado, pero de poco le sirvió la terapia.

Tras ser procesado en México, Manuel fue trasladado esposado y en medio de un fuerte dispositivo de seguridad a la línea fronteriza donde fue entregado a las autoridades de su país.

Ahora podría enfrentar una pena de 3 a 6 años de prisión por reincidencia. Los policías caza gringos tienen en la mira a otros ciudadanos americano con cargos por secuestro y robo.

El sospechoso se llama Eduardo Luis «N». Es requerido por detectives del condado de Palm Spring, California. Es considerado un hombre peligroso con posibles vínculos con el cártel de Sinaloa, o por lo menos así lo presumió al momento de su captura.

Por tierra los oficiales mexicanos establecieron un operativo en la periferia de la ciudad, los agentes americanos les indicaron el posible lugar de ubicación del criminal.

Ese día la suerte estaba del lado de los guardias mexicanos y en contra del sospechoso. Eduardo Luis «N», fue capturado mientras conducía su camioneta de lujo, la cual por cierto, estaba impregnada de olor a mariguana.